miércoles, 28 de septiembre de 2011

INTRODUCCIÓN A LA MITOLOGÍA (CONCEPTO)---> PARTE I

En una primera definición, mitología o fábula es un conjunto de historias o leyendas congruentemente enlazadas; tradiciones que, a su vez, forman parte de una determinada religión o cultura. Asimismo, si afinamos un poco más, se denomina mito a los relatos, cuentos o expresiones culturales de origen sagrado, y que, posteriormente, fueron desacralizados y tratados como discursos inherentes a una cultura, a un período o a un encadenamiento de credos de carácter ficticio. Por lo que estaríamos hablando de vidas imaginarias (o supuestas) de seres extraordinarios, héroes o semidioses que se desenvolvieron en un tiempo inconcreto.

Es decir, los mitos son narraciones basadas en la tradición y en la leyenda, creencias para interpretar lo inexplicable del origen del mundo, fenómenos naturales y cualquier cosa para la que no había una explicación sencilla. No obstante, no todos los mitos tienen por qué tener esta intención divulgativa. Indistintamente, la mayoría de los mitos están conectados con una fuerza natural o divinidad, pero en un considerable número de casos son estrictamente historias y leyendas que se han ido traspasando en forma oral de una generación a la siguiente.

***Quien penetra en el universo de los mitos, necesariamente entra en una atmósfera en la que, quiérase o no, rigen las leyes de la magia.***

Y es ineludible, para perfeccionar el pensamiento mítico, desentrañar las raíces y contenidos del pensamiento mágico, porque uno y otro, paralelamente con el pensamiento religioso, operan del mismo modo en la mente humana, y se alimentan de las mismas vivencias. La unidad de la acción de los tres, es uno de los interrogantes que desafían la conciencia de lo contemporáneo, porque, además, esa unidad es tan antigua como el hombre.

Los mitos no solo sobreviven hoy en el terreno de las creencias populares, sino que su comportamiento ha sido uno de los factores que le ha dado consistencia y fuerza a las concepciones sobre lo mágico, lo maravilloso, lo inexplicable. Teóricamente, un mito , cualquiera que sea su naturaleza y definición, es un ente que se manifiesta por medio de los recursos insólitos que preconiza la acción mágica. Los mitos son tan fluidos, tan impredecibles, tan desconcertantes, como una forma espectral puesta al servicio de alguien por un acto mágico.

Muchos sucesos en procesos mágicos, han tomado dimensión mítica. Francois Ribadeau Dumas ( **Historia de la magia***, plaza y janés Barcelona, 1970), al hablar de la ***magia de las grandes leyendas heróicas tradicionales***, se reporta al ***Canto de los nibelungos***, el ***Tristán e Isolda***, ***Parsifal***, de la epopeya germánica, y al respecto escribe: ***La angustia germánica contenía en sus mismos fundamentos el viejo hechizo nacido de las brumas del Norte, con sus dioses Teotantes y Wotan. Las divinidades de los germanos de la leyenda reinaban en el Walhalla, con sus dioses, sus semidioses y sus demonios*** . Y agrega más adelante: *** Los cosechadores sagrados de muérdago, poseían secretos maléficos***. Merlin, hechicero mítico de las tierras nórdicas a quien llaman ***el encantador***, **tenía muchos poderes, y de modo especial, poseía la ciencia de la adivinación ***

La magia, pues, está en todas partes. de ella se podría decir lo que un etnónologo, Jacques Soustelle, decía de la religión: que es un hecho cultural tan universal como el fuego. Y, sobre todo, surge de cada uno de nosotros; no es, decía Bergsón, más que la exteriorización de un deseo que llena el corazón ("Historia de la Magia", F. Ribadeu Dumas).

Ninguno de nosotros podríamos entender el carácter demoníaco de Mefistófeles en el ***Fausto*** de Goethe, sino lo visualizáramos a través de una imagen mágica.

En la Mitología Griega, Pentarco explica algunos de los recursos mágicos de que se valían los dioses: ***Si el enfermo imitase al macho cabrío, si rechinara de dientes, y su lado derecho estuviera convulso, se creería que la madre de los dioses era la causa de la enfermedad. Si hablaba con un tono duro y más alto que de ordinario, se lo comparaba a un caballo y se atribuía su mal a Poseidón.

Si no retenía los excrementos, se aseguraba que Hécate Errodia era la causa...cada vez que una persona sobrecogida de espanto y de temor durante la noche, que estaba fuera de sí misma, saltaba de la cama para correr fuera de la habitación, eran trampas que le había puesto Hécate y los héroes tomaban posesión de ella***

ya hemos dicho que el mito, como creación de la mente humana, adquiere desde su origen el carácter de una realidad que vive, se consolida y se hace presente por medios que escapan a la comprensión común. Su gestora es al creencia, y en torno a ella adquiere un cuerpo de valores y atributos que le dan fisonomía y que conforman, por decirlo así, su ***personalidad***, o mejor, su individualidad. La creencia es la sustancia impulsora de la idea mítica.

Pero de la misma manera que surge el ente mítico como presencia imaginada, recibe también un acopio de peculiaridades que, desde luego, son parte de su naturaleza, entre las cuales citamos las siguientes:

Sonia Alvarado

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