INTRODUCCIÓN A LA MITOLOGÍA (CONCEPTO)---> PARTE III

Los mitos, como personificaciones que actúan a imitación del ser humano, traspasan en su comportamiento todo lo comprensible en relación con la lógica, ubicados como están en el plano puro de o irracional El mito, que crea la senación de poseer fuerzas inconmesurables y una inteligencia cósmica, revela acciones que penetran tanto en la materia sensible, como en otras materias no reconocidas, y en el espíritu; se hace visible o invisible; salta distancias inimaginables con sólo desearlo; materializa y modifica seres humanos, animales, vegetales, geológicos y formas astrales a voluntad; cambia el rumbo o la naturaleza de las aguas, del viento, de la lluvia, de la luz, del calor o del frío; transforma el poder de lo luminoso, cancelándolo por el poder de lo sombrío y tenebroso; infunde cualidades, defectos o atributos; subyuga con voluntad de esclavitud, del mismo que libera con ímpetu de libertad; procrea y fecunda con sólo quererlo; administra amor u odio en el ámbito de su capricho; crea de la nada tanto como hace surgir de un elemento cualquiera un ser imprevisible; construye y destruye, transforma y enrarece según su necesidad; le da a la vida el sentido de lo misterioso, y a lo misterioso le infunde vida impensada; lleva su acción a cualquier lugar del cosmos, tan fácilmente como se desenvuelve en un jardín, en un árbol o en la selva; transforma el universo o lo arregla instantáneamente; inventa animales nuevos y seres inconcebibles; tanto juega con el bien como manipula el mal; bendice y castiga habitualmente; en fin, en el pensamiento mítico se rompen todas las leyes del pensamiento racional, y entran a regir otro tipo de leyes que nuestra concepción filosófica califica como irracionales, pero que en última instancia tienen lo que puede llamarse la lógica de lo maravilloso, y en términos más paradójicos, la lógica de lo inexplicable.

No hay diferencia alguna entre el comportamiento de un mito y el proceso de manifestación del acto mágico. El centro focal de ambos es la intervención (implicita o perceptible) de una voluntad de hacer. Puede interpretarse esto como el poder del deseo, entendiendo el deseo como la puesta en juego de la acción creadora o realizadora, cuyos alcances superan los límites de lo imaginable. Todo mito, en el momento de exteriorizar sus características, o mejor, su identidad, situado frente a la mentalidad del hombre común, muestra que tiene y pone en uso esa fuerza, sin la cual no alcanzaría a satisfacer los rigores de la exigencia simbólica, que es en última instancia el secreto de su lenguaje. Así pues, todo mito, tomado con este precedente, es, en pocas palabras, uno como ser todopoderoso, que vive en permanente función de deslumbrar, como podría hacerlo un mago o hechicero, cuya autoridad depende de sus facultades para trastornar todo cuanto existe, en busca de materializar sus intenciones.

En este sentido, la incógnita del mito, lo que sucede en su *interior* como ser especial, y que de cierto modo es la clave de su *personalidad*, su *mundo intimo*, exige una comprensión diferente a lo usual frente a los fenómenos vinculados a lo científico. La Mitología y la Antropología, por lo común, ven los mitos (como también la magia), desde afuera, como cosas que son *per se*, que están allí como han nacido y han evolucionado, que se les conoce por su estructura (Levy -Strauss, Jung) y su comportamiento (Mircea-Eliade, Malinowsky, Herskovitz), pero hasta ahora la ciencia occidental no ha penetrado en la interioridades de su *anatomía*, de sus entrañas, de sus secretos, de sus poderes, universo éste aparentemente caótico, cuya dinámica ha escapado a las comprobaciones de laboratorio y las experiencias sistemáticas.

El qué, el cómo y el por qué de la acción mítica es uno de los más grandes interrogantes de la cultura occidental. Será posible que surja una disciplina cientifica cuyo nombre sea algo asi como *Pragmática de los Mitos* *Leyes ocultas de la acción mítica* ???????

Sonia Alvarado