lunes, 10 de octubre de 2011

BELEROFONTE

La de Belerofonte es una leyenda muy vinculada con el héroe que acomete hazañas fabulosas, pero también con la hybris, ese pecado tan griego que supone el castigo a la soberbia y al exceso de vanidad por parte de los humanos. Hijo de Glauco y de Eurímede, Belerofonte era nieto de Sísifo. Siendo joven, beleronfonte abandonó su patria, Corinto y fue amistosamente recibido por el rey Preto de Tirinto. La esposa de Preto, Antea, se enamoró del joven, pero fue rechazada por este. Entonces antea, como venganza, contó a su marido que había sido sexualmente acosada por Beleronfonte. Preto creyó a su esposa, pero no juzgando apropiado matar él a su huésped (pues contravenía las leyes de la hospitalidad) lo envió a Lidia, donde reinaba su suegro Yóbates, con una carta que debía serle entregada. En la carta Preto pedía a Yóbates que matase al portador de la misiva, es decir, a Beleronfonte. Pero Yóbates decidió cumplir el encargo de manera indirecta, es decir, sometiendo al joven a tres peligrosas pruebas, de las que pensaba no podría salir con vida. Le ordenó matar a la Quimera, que era un monstruo terrible, con cabeza de león, cola de serpiente y el cuerpo de una cabra montés. Y que además arrojaba fuego con su aliento, por lo que todo lo asolaba a su paso, Belerofonte tomó a su caballo alado. Pegaso, y mató a la Quimera desde el aire. La segunda prueba consistía en someter a los sólimos, un pueblo cruel y salvaje que vivían en las montañas. También Belerofonte la cumplió con éxito. En cuanto a la tercera tuvo que luchar contra las Amazonas, y venció asimismo. Entonces Yóbates le tendió una emboscada con algunos de sus mejores hombre, pero Belerofonte (que era un héroe) los mató a todos. Dándose quizá por vencido, Yóbates le mostró al héroe la carta de Preto y le entregó como mujera a su propia hija, declarándolo heredero del trono de Lidia. Pero el deseo de Belerofonte era vengarse de Antea. Por eso volvió a Tirinto y le propuso a su enamorada que huyeran juntos a lomos de Pegaso. Cuando iban sobrevolando el mar, Belerofonte empujó a Antea, para matarla.

Después se dice que, envalentonado por sus hazañas, Belerofonte quiso alcanzar el Cielo subido en Pegaso. Eso desató la ira de los dioses, especialmente de Zeus, que debía castigar la la hybris y arrojó a Belerofonte al suelo con su rayo, donde acabó sus días ciego, arrastrándose y pidiendo limosn, como un mendigo. Según otros sería el propio Pegaso (inspirado por el dios) quien arrojó a Belerofonte a la tierra, alcanzando él solo las regiones empíreas.

Aunque la leyenda procede esencialmente de la Iliada de Homero, son muchos los que hallan rasgos de otras leyendas orientales en este relato. Eurípides escribió una tragedia (de la que sólo se conservan fragmentos) sobre el tema, titulada Estenebea, que era otro nombre por el que se conocio a Antea. El tema está tratado también en la Biblioteca de apolodoro, en las Ístmicas de Píndaro y en las Fábulas de Higino entre otros.

Laura Fortea

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