 Zeus tomó una esposa divina, Hesíodo le atribuye a Metis como  primera compañera, Gea y Urano, depositarios de los secretos divinos, revelaron  a Zeus un oráculo del Destino: De los hijos que nacieran de Metis y de él, el  primero sería muy sabio y valiente, pero el segundo sería un hijo de ánimo  violento llamado para destronar a su padre. Previniendo el peligro, Zeus se  comió a Metis cuando ésta esperaba a su primer hijo. Zeus convocó al dios  forjador, Hefestos, y le ordenó que le hendiera la cabeza de un hachazo. Y así  es como, de la cabeza de Zeus, surgió una muchacha enteramente armada: era la  diosa Atenea, toda sabiduría y valentía. Temis, la Titánida, fue la segunda  esposa de Zeus, era ella la encarnación de la ley o la Equidad. De esa unión  nacieron las divinidades que llaman las Horas, y que son las estaciones, Eran  tres, Hesíodo, las llama: Eunomía, Diké e Irene, es decir, Disciplina, Justicia  y Paz, pero los atenienses las conocían bajo los nombres de Thalo, Auxo y Carpo,  que evocan los tres principales momentos de la vegetación: el nacimiento de la  planta, su crecimiento y su fructificación. Zeus tuvo otras tres hijas con  Temis, Moiras (las Parcas): Cloto, Laquesis y Átropos, que rigen el destino de  todo ser humano. Aquel destino estaba simbolizado por un hilo, que la primera de  las Parcas sacaba de su rueca, que la segunda enrollaba y que la tercera cortaba  cuando llegaba al término de la vida que representaba. La tercera esposa de Zeus  fue la Oceánida Eurinome, que le dio también tres hijas, Kharites (las gracias),  Aglae, Eufrosine y Talía. Como las Horas, las Gracias son genios de la  vegetación: Son ellas quienes transmiten la alegría en la Naturaleza y en el  corazón de los hombres. Viven en el Olimpo en compañía de las Musas, presiden  toda labor femenina. Deméter que era su hermana, dio a Zeus una hija, Perséfone.  Luego se unió a la Titánida Mnemosine, y tuvo de ella nueve hijas, las Musas,  "que se complacen en las fiestas y en la alegría del canto". Las Musas también  patrocinan todas las actividades intelectuales, hasta las más altas, todo lo que  libera al hombre de la materia y le da acceso a las verdades eternas.  Elocuencia, persuasión, sabiduría, conocimiento del pasado y de las leyes del  mundo, matemáticas, astronomía, poesía, música y la danza son su dominio. Las  Musas eran: Calíope, Clío, Polimnia, Euterpe, Terpsícore, Erato, Melpómene,  Talía y Urania.
Zeus tomó una esposa divina, Hesíodo le atribuye a Metis como  primera compañera, Gea y Urano, depositarios de los secretos divinos, revelaron  a Zeus un oráculo del Destino: De los hijos que nacieran de Metis y de él, el  primero sería muy sabio y valiente, pero el segundo sería un hijo de ánimo  violento llamado para destronar a su padre. Previniendo el peligro, Zeus se  comió a Metis cuando ésta esperaba a su primer hijo. Zeus convocó al dios  forjador, Hefestos, y le ordenó que le hendiera la cabeza de un hachazo. Y así  es como, de la cabeza de Zeus, surgió una muchacha enteramente armada: era la  diosa Atenea, toda sabiduría y valentía. Temis, la Titánida, fue la segunda  esposa de Zeus, era ella la encarnación de la ley o la Equidad. De esa unión  nacieron las divinidades que llaman las Horas, y que son las estaciones, Eran  tres, Hesíodo, las llama: Eunomía, Diké e Irene, es decir, Disciplina, Justicia  y Paz, pero los atenienses las conocían bajo los nombres de Thalo, Auxo y Carpo,  que evocan los tres principales momentos de la vegetación: el nacimiento de la  planta, su crecimiento y su fructificación. Zeus tuvo otras tres hijas con  Temis, Moiras (las Parcas): Cloto, Laquesis y Átropos, que rigen el destino de  todo ser humano. Aquel destino estaba simbolizado por un hilo, que la primera de  las Parcas sacaba de su rueca, que la segunda enrollaba y que la tercera cortaba  cuando llegaba al término de la vida que representaba. La tercera esposa de Zeus  fue la Oceánida Eurinome, que le dio también tres hijas, Kharites (las gracias),  Aglae, Eufrosine y Talía. Como las Horas, las Gracias son genios de la  vegetación: Son ellas quienes transmiten la alegría en la Naturaleza y en el  corazón de los hombres. Viven en el Olimpo en compañía de las Musas, presiden  toda labor femenina. Deméter que era su hermana, dio a Zeus una hija, Perséfone.  Luego se unió a la Titánida Mnemosine, y tuvo de ella nueve hijas, las Musas,  "que se complacen en las fiestas y en la alegría del canto". Las Musas también  patrocinan todas las actividades intelectuales, hasta las más altas, todo lo que  libera al hombre de la materia y le da acceso a las verdades eternas.  Elocuencia, persuasión, sabiduría, conocimiento del pasado y de las leyes del  mundo, matemáticas, astronomía, poesía, música y la danza son su dominio. Las  Musas eran: Calíope, Clío, Polimnia, Euterpe, Terpsícore, Erato, Melpómene,  Talía y Urania. Laura Fortea 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario