martes, 7 de febrero de 2012

EL CÍCLOPE POLIFEMO

Sus vagabundeos le llevan a una isla. Sus hombres están hambrientos y Ulises decide buscar por la isla. Llega hasta una cueva de dimensiones gigantescas. Está llena de quesos. Ulises decide coger algunos y marcharse, pero la curiosidad puede con él.

En esto llega el dueño de la cueva, un cíclope llamado Polifemo. Un cíclope es una criatura gigantesca con un solo ojo en medio de la frente. Polifemo es un pastor, de ahí que haya tantos quesos. Al entrar, tapa la entrada de la cueva con una roca que solo él puede mover. Ulises le pide hospitalidad, el cíclope sonríe y ante la mirada impávida de todos, devora a dos de los navegantes y se echa a dormir. Se repite la misma escena todas las noches. Ulises decide entrar en acción.

Una noche se le presenta. Le dice que se llama Nadie y le hace beber hasta que el cíclope queda totalmente borracho. Luego afila una estaca y se la clava a Polifemo en su único ojo. El cíclope despierta y grita dolorido. Acuden otros cíclopes hasta su puerta y le preguntan qué le pasa.

"¡Ah! Me atacan. Me han cegado"

"¿Quién ha hecho eso?"

"¡Nadie! Nadie me ha hecho esto"

Los cíclopes resoplan. Ese loco de Polifemo les despierta en medio de la noche para decir que nadie le ataca. Menudo fastidio de vecino.

A la mañana siguiente héroes se atan a al barriga de los corderos que cuida Polifemo. El cíclope está en la entrada de la cueva y toca a todos los corderos que salen para que los griegos no escapen, mientras se lamenta.

Ulises y los suyos llegan hasta su barco y desde allí Ulises se burla de Polifemo.

"¡Puedes decirles a todos que Ulises te ha cegado!¡Ulises de Ítaca!"

Ese orgullo va a ser la perdición de Ulises. El padre de Polifemo es Poseidón y el dios no le va a perdonar. Le maldice y jura que jamás regresará a casa.

Laura Fortea

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