martes, 7 de febrero de 2012

EL REGRESO A ÍTACA

Ulises decide ser prudente y no mostrarse tal y como es hasta asegurarse de quienes la van a recibir bien y quien no. Atenea le disfraza de mendigo. Y así llega a su hogar. Allí los pretendientes campan a sus anchas y nadie se siente capaz de detenerlos. Una vez ha visto lo que hay, se prepara para resolverlo.

Se refugia en la cabaña del porquerizo del palacio, que le sigue siendo fiel. Allí es donde se encuentra con Telémaco. Ambos se sientan y conversan. Llegado el momento, Ulises le dice quien es. Telémaco mira al mendigo con escepticismo. Atenea le devuelve su figura habitual, pero Telémaco sigue desconfiando. Ulises se levanta enfadado y comienza a regañarle como solo los padres saben hacerlo.

"¿Cómo te atreves a contradecir a tu padre? ¿Cómo que no me reconoces?. Te digo que yo soy Ulises"

Entonces es cuando Telémaco le cree y entre los dos urden un plan contra los pretendientes.

Laura Fortea

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