En el centro de la península de Anatolia va a surgir un importante reino cuyo papel en la historia de la Antigüedad será crucial: el Imperio Hitita. Las primeras informaciones referentes al lugar se fechan en el siglo XVII a.C. cuando el príncipe Anitta de Kushara se impone sobre la ciudad de Hattusa, su rival. Será el rey Hattusil I quien inicie el periodo de esplendor hitita. En primer lugar recupera la capital, Hattusa, poniendo en marcha una serie de campañas encaminadas a dotar al reino de unas fronteras estables. Con este fin llega a Arzawa, Alalah y Hahum por el sur, mientras que por el norte se extiende a costa de los pueblos gasga. La unificación no sólo estará vinculada a las gestas militares sino que irá acompañada de una intensa actividad diplomática que incluye matrimonios dinásticos. El sucesor de Hattusil, su hijo Mursil, continúa con la política expansionista, consolidando su dominio sobre las ciudades de Alepo, Yamhad y Karkemish. Incluso realizó una contundente campaña contra Babilonia, campaña con la que puso fin a la dinastía de Hammurabi. A la muerte de Mursil se inicia un periodo de crisis debido a diferentes conflictos palaciegos y al auge del Imperio de Mitanni en el exterior. La restauración del Imperio parece obra de Tudhaliya I aunque el territorio se ve menguado considerablemente. Suppiluliuma será el promotor de un nuevo imperio. En un principio orientó sus campañas a la recuperación de la autoridad de Anatolia. Aunque no consiguió someter a los gasga, sí alcanzó un importante éxito en Kizzuwatna, lo que le abría las puertas del Mediterráneo y Mesopotamia. De esta manera, Mitanni y Egipto se convierten en sus próximos rivales. La zona de Siria caerá bajo influencia hitita, imponiendo su hegemonía sobre Amurru y Ugarit. El Imperio de Mitanni es tomado en su mayor parte. La muerte del rey provocará la sublevación de diferentes territorios, aunque el Imperio se consolidó definitivamente. Alrededor de las fronteras donde los reyes hititas mantienen su poder, se establecen una serie de zonas de influencia, como Arzawa, Karkisa o Hayasa, que hacen aún más poderosos a los monarcas, recibiendo considerables tributos de estos territorios. Muwatali se enfrentará a comienzos del siglo XIII a.C. con la política expansionista de Anadnirari de Asiria en la zona de Hanigalbat, al tiempo que los faraones de Egipto intentan afianzar su influencia en Siria. Dentro de este contexto se producirá la famosa batalla de Qadesh, en la que Muwatali se enfrentará con Ramsés II. A pesar de la victoria egipcia, el hitita mantuvo sus zonas de influencia en la región siria. Pero la invasión de los llamados Pueblos del Mar en el año 1200 a.C. acabará con el Imperio Hitita, que enmudeció para siempre.
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