El zigurat era uno de los elementos más característicos de Mesopotamia. Muchas ciudades incluían, junto al templo de su dios tutelar, un zigurat que constaba de varias plataformas superpuestas, sobre las cuales había un templo. Los primeros zigurats los construyó Ur-Nammu, hacia el 2100 a.C., primer rey de la III dinastía de Ur. Estos zigurats fueron edificados en Ur, Eridu, Uruk y Nippur. En toda Mesopotamia, se han encontrado zigurats en 16 yacimientos, aunque otros se conocen sólo por los textos. El zigurat de Ur, uno de los mejor conocidos y cuya reconstrucción hipotética observamos, era llamado Etemenniguru (Casa cuya alta terraza inspira terror), siendo dedicado al dios Luna (Nanna o Sin). Contaba con planta rectangular, de 62 metros de lado, y tres pisos, hasta una altura total de 43 metros. Tres largas escalinatas se cruzaban en ángulo recto y conducían al templo alto. El zigurat fue construido con adobe secado al sol, así como una gruesa capa externa de ladrillo cocido. Se desconoce la naturaleza exacta de las ceremonias que se celebraban en el alto santuario. El historiador griego Herodoto, al hablar del zigurat de Babilonia, dice que allí se celebraban las nupcias sagradas de una sacerdotisa con el dios, un ritual cuya finalidad era asegurar la prosperidad del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario