miércoles, 28 de septiembre de 2011

ANTEO

Era Anteo un gigante libio hijo de Poseidón y de Gea (la Tierra). Se decía que obligaba a los extranjeros a luchar con él y que siempre salía victorioso por su enrome fuerza y tamaño. No podía ser vencido, pues cada vez que caía en la lucha recibía renovadas fuerzas de su madre la Tierra. Heracles halló el modo de vencerlo, manteniéndolo en alto, para que no tocase la Tierra y no cobrará nuevas fuerzas y ahogándolo entonces.´

En una colina de Mauritania, se dice que el general romano Sertorio halló unos 100 años a.C. un gigantesco esqueleto que pensó era el de Anteo.... Cráteras y vasos áticos (como el de Eufronio 510 aC) representan, a menudo, la lucha de Heracles con Anteo. También en el renacimiento hay una magnífica Tabla de Antonio Pollaiuolo (anterior a 1492) que muestra a Heracles estrangulando al gigante. Asimismo, un cuadro del Guercino y otro de Zurbarán, este en el Prado, representan la escena.

Las fuentes litterarias antiguas de este mito están en ls Ístmicas de Píndaro, en la Biblioteca de Apolodoro, así como en la Historia natural de Plinio, no pudiendo faltar, naturalmente en la Metamorfosis (IX) de Ovidio, entre otros.

El mito o leyenda de Anteo, en la modernidad, sirve ante todo para indicar o simbolizar la fuerza que el hombre extrae de su tierra, entendiendo por tal, a menudo, su terruño o sus raíces.

Laura Fortea

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