ADONIS

Es la leyenda de Adonis esencialmente erótica. Mirra (por castigo de Afrodita) concibe una gran pasión amorosa hacia su padre Ciniras, rey de Pafos - isla consagrada a la diosa del amor - y de esa unión incestuosa nace Adonis. Cuando Ciniras se da cuenta de lo ocurrido - pues Mirra le engaña para encelarlo - persigue a su hija, pero los dioses la protegen metamorfoseándola en el árbol de la mirra. Según otras versiones de la leyenda, Adonis habría nacido ya del propio árbol aromático. Criado por las ninfas, Adonis resultó un joven de tan esplendente belleza, que hasta la propia Afrodita se enamoró perdidamente de él. Lo acompaña en sus cacerías y paseos por el monte, pero le pide que tenga cuidado de los animales más fieros. Como todos los jóvenes Adonis es osado, e intentando cazar a un gran jabalí, es muerto por una embestida del feroz animal. Afrodita (o Venus, para los latinos) llora desconsolada la muerte de Adonis e instaura un culto en su honor, haciendo que de la sangre de Adonis brote una hermosa flor roja que es la anémona. Según otra versión de la leyenda, la llorona Afrodita pide a Perséfone, diosa de las regiones infernales, que Adonis pueda volver seis meses al año a la tierra, para estar con ella. Esos meses de flores y sensualidad serían la primavera y el verano.

Para muchos el mito de Adonis (o al menos su figura) tendría un origen minorasiático o fenicio, pues el propio nombre de Adonis parece proceder de la raíz de fenicia "adon" que significa "señor".

Al final del verano se celebraban fiestas especiales (y especialmente dirigidas a las mujeres) que se conocían como las Adonia y que se extendieron por toda la cuenca del Mediterráneo. En ellas se plantaban en tiestos, que se colocaban en los tejados o en los salientes de las ventanas, unas plantas que brotaban y se secaban muy rápidamente, recordando así el breve esplendor de Adonis, muerto en plena juventud. Este ritual es el conocido como "jardines de Adonis".

Laura Fortea