sábado, 21 de abril de 2012

CÁSTOR Y PÓLUX

Se les suele conocer como los Dioscuros, lo que significa "Hijos de Zeus". Y en efecto, aunque existen diversas leyendas sobre ellos, con varientes según la región griega de donde provenga, a Cástor y Polideuces (o Pólux) siempre se les hace hijos de Zeus y normalmente de Leda, es decir, hermanos de Helena y de Clitemnestra. Según otros, Leda habría tenido a Pólux de un mortal, el rey Tíndaro, de donde proviene otro sobrenombre menos frecuente que Dioscuros, el de Tindáridas.

Eran hermosos e inseparables y juntos participaron como héroes en la expedición de los Argonautas, junto a Jasón, y se dice que ayudaron a Meleagro a acabar con el jabálí de Calidón. También cuando raptaron a Helena marcharon en expedición contra Teseo, pero no estuvieron en la guerra de Troya. Mientras que Cástor era ante todo domador de caballos, Pólux tuvo fama mayor como pugilista, pero se compenetraban. El culto a los Dioscuros, típicamente dorio, surgió en Esparta y de allí se expandió por toda Grecia y luego el mundo romano. Eran caballeros y se los invocaba como patronos en el combate, pero también eran protectores de los marinos y navegantes. Cuado estos veían en el cielo, en momentos de mar brava, una estrella solitaria o el llamado "fuego de San Telmo", creían que eran los Dioscuros que se acercaban o estaban vigilantes... Se dice que ayudando a liberar a las hijas de su tio Leucipo (las Leucípidas) que habían sido secuestradas, en esa batalla con los raptores murió  Cástor y Pólux pidió, entonces a Zeus no separarse de él, por lo que el gran dios los transformó en astros, siendo lo que hoy conocemos como la constelación de Géminis.

Eran gemelos y luchadoes a caballo, y así se los retrata ya en estelas áticas e inclos en denarios de plata. En Roma tuvieron un muy frecuentado templo, en el Foro, junto a la fuente de Juturna. El arte antiguo prefirió (además de la imagen misma de los hermanos) el episodio de la lucha por las hijas de Leucipo, que se haya en diversos mosaicos romanos y que más modernamente daría lugar a un gran cuadro del muy mitológico Rubens en su "El rapto de las hijas de Leucipo" de 1616.

Entre las fuentes antiguas de la leyenda, podemos citar las Píticas de Píndaro, el Himno homérico de los Dioscuros, los Fastos de Ovidio, los Idilios de Teócrito (el XXXII, en el rapto de las Leucípidas), Apolonio de Rodas o la Helena de Euripídes, entre otros....

En pintura (además del citado Rubens) los hallamos en un discípulo de Claudio Coello, hacia 1693, en "Cástor y Pólux entre aves". El enigmático H. Fuselli tiene un cuadro de 1764 titulado "Polideuces vencedor en la lucha a puñetazos con Ámico". Giorgio de Chirico también pintó a los Dioscuros más de una vez... Y las medallas olímpicas de las Olimpíadas de Berlín de 1972 llevaban grabada la imagen de los Dioscuros según un dibujo de Geroge Marcks hecho en 1971. El poema Ronsard escribió su "Hymne de Pollux et de Castor" (1556) y Hölderlin les dedicó una oda en 1800..

En la modernidad casi siempre que se cita, un tanto secundariamente, a los Dioscuros se olvidan sus antiguas gestas míticas, para verlos más como emblema o símbolo de la amistad o de la hermandad, tan fácilmente confundibles. Son uno de los posibles cánones de la amistad viril, del compañerismo siempre leal.

La poeta Ana Rosseti dedicó en 1985 un poema en nueve partes a los Dioscuros, que es un poema de amor o deseo entre hermanos. Un giro audaz al tema: "En su acecho íncubo de mi sombra/ se atalaya en mis huellas,/ se asienta en mis vestigios./ Y no hay lugar sin ser por él sitiado/ donde yo me cobije". (...)

El llamado "Grupo de San Ildelfonso", son muchacos juntos, uno arreglado posteriormente con una cabeza de Antinoo, de la colección de estatuas romanas del Museo del Prado, procedentes de Italia, sería según algunos una representación de los Dioscuros.

Laura Fortea

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